Visitar Ribadesella

Qué visitar en Ribadesella

Para ver la ciudad en todo su esplendor lo mejor es dirigirse al conocido como Paseo de la Grúa, en el extremo oriental de la ría. Si quiere tomar fotos espectaculares suba al monte Corberu, donde se encuentra la Ermita de la Guía. Desde allí divisará la localidad y su playa, el mar Cantábrico y las montañas que protegen este maravilloso conjunto.

Si busca un día de sol y tranquilidad, además de la playa de Santa Marina tiene otras que son de menor tamaño, más inaccesibles y, en consecuencia, más tranquilas, como las de La Atalaya y la Playa de Arra. Un poco más hacia el oeste está la Playa de Vega, con preciosas dunas y donde también podrá observar huellas de dinosaurios.

Otra opción que bien merece una visita es la Cueva Tito Bustillo, llena de pinturas y grabados de hace unos 25.000 años. Sólo se permite el acceso de 350 personas diarias y la visita tiene una duración de una hora. Conviene llevar algo de abrigo, porque la temperatura en el interior de la cueva es de unos 10 grados.

Si acude a Ribadesella los miércoles no debe perderse el mercadillo, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Es un magnífico lugar para adquirir alimentos de la zona o un objeto de artesanía local a modo de subvenir.

Cómo llegar a Ribadesella

Para llegar a Ribadesella lo mejor es tomar la autopista A-8. Desde Arriondas, también podemos coger la N-634, una preciosa carretera que discurre paralela al río Sella. Otra opción es llegar en tren, ya que la localidad cuenta con una estación